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Perspecticidio: Cuando el Control se Convierte en el Robo de la Propia Realidad.

  • Foto del escritor: Pedro Valencia Iribarren
    Pedro Valencia Iribarren
  • 21 nov 2024
  • 7 Min. de lectura

Actualizado: 2 nov

Introducción


El "perspecticidio" es un término que describe la destrucción gradual de la perspectiva de una persona, generalmente en el contexto de relaciones abusivas. Este fenómeno, acuñado por autores como Evan Stark (2007) al hablar de “coerción coercitiva”, se refiere a la manipulación y control ejercidos para limitar la percepción y autonomía del individuo, llevándolo a una dependencia total del abusador y, en consecuencia, a la pérdida de su propia identidad. Esta forma de abuso psicológico es sutil, prolongada y devastadora, pues no solo afecta la autoconfianza y autonomía, sino que puede tener implicaciones en la salud mental de la víctima, tales como la ansiedad, la depresión y la disociación de su propia realidad.


¿Cómo se manifiesta el perspecticidio?


El perspecticidio ocurre en distintas formas y situaciones, aunque generalmente está asociado a relaciones de pareja abusivas. Algunas señales de esta dinámica destructiva incluyen:


1. Invalidez de emociones y opiniones: La víctima es constantemente criticada, minimizada o ridiculizada por expresar sus sentimientos u opiniones. Este tipo de manipulación promueve una duda sobre la validez de sus emociones y la lleva a una autoanulación. Por ejemplo, una persona puede empezar a creer que su percepción sobre un conflicto es incorrecta si su pareja constantemente le dice que está "exagerando" o que "siempre malinterpreta todo".


2. Aislamiento social: El abusador limita las relaciones de la víctima con amigos y familiares, creando una dependencia emocional y social hacia él. Un caso común es cuando el abusador dice que las personas cercanas "no entienden" o "no apoyan" a la pareja, logrando que la víctima evite su círculo social.


3. Manipulación de la realidad: El abusador distorsiona la realidad de los eventos, haciéndole creer a la víctima que lo que recuerda o percibe no es cierto. Este fenómeno, conocido como "gaslighting", es una de las técnicas más destructivas dentro del perspecticidio, ya que poco a poco hace que la persona pierda confianza en su propio juicio y memoria.


4. Dependencia emocional: La víctima pierde la capacidad de tomar decisiones autónomas o expresar sus deseos sin sentir miedo o culpa. Esto crea un estado de dependencia emocional absoluta en el abusador, quien se convierte en el "filtro" a través del cual la persona percibe y entiende la realidad.


Implicaciones psicológicas del perspecticidio


Las consecuencias de esta forma de abuso psicológico son profundas y complejas. Desde la perspectiva de autores como María José Díez (2019), se ha demostrado que el perspecticidio no solo afecta la salud mental de la persona, sino también su autopercepción y sus habilidades para relacionarse con otros. Entre las implicaciones se encuentran:


Desvalorización personal: La víctima puede desarrollar sentimientos de inutilidad y vergüenza, ya que el perspecticidio ataca su identidad y autoconfianza.


Pérdida de autonomía: Al perder la capacidad de decidir y actuar por sí misma, la persona deja de ejercer control sobre su vida, cayendo en una dependencia total.


Estrés postraumático: La exposición prolongada a este tipo de abuso puede desencadenar síntomas de trastorno de estrés postraumático complejo (TEPT-C), caracterizado por ansiedad, episodios de disociación y miedo intenso.


Ejemplo práctico


Carla, de 30 años, está en una relación donde su pareja constantemente critica sus decisiones y la hace dudar de sus habilidades, al punto de que ya no se siente capaz de tomar decisiones sin consultarlo. Su pareja ha reducido el contacto de Carla con sus amigos y familiares bajo la premisa de que ellos “no la entienden como él”. Con el tiempo, Carla pierde interés en actividades que antes disfrutaba, creyendo que sus opiniones son insignificantes y que cualquier error o desacuerdo es una muestra de sus propias deficiencias.


Este ejemplo muestra cómo, a través de la manipulación y el aislamiento, el abusador ha destruido la perspectiva de Carla sobre su identidad y capacidades, sumiéndola en un estado de dependencia y sumisión.


Perfil Psicológico del Ejecutor del Perspecticidio


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El individuo que ejerce el perspecticidio suele presentar una combinación de rasgos y patrones de comportamiento que le llevan a manipular y controlar la percepción de otra persona. La psicología ofrece diversas perspectivas para comprender a estas personas, quienes tienden a manifestar patrones de abuso emocional y psicológico en sus relaciones. A continuación, se describen algunos de los rasgos más característicos de los perpetradores de perspecticidio, basados en estudios de autores como Lundy Bancroft (2002) y la teoría de la personalidad en contextos abusivos.


1. Narcisismo y necesidad de control


Una característica común entre los perpetradores de perspecticidio es el narcisismo, una condición que implica una autoestima inflada, falta de empatía y un deseo constante de admiración. Desde esta perspectiva, los narcisistas suelen ver a sus parejas como una extensión de ellos mismos y no como individuos autónomos. Esto les lleva a imponer su visión sobre la realidad, creando una relación donde solo su perspectiva es válida, y donde la víctima debe adaptarse a sus deseos y necesidades.


En palabras de Bancroft, el narcisista emplea el control psicológico para asegurar que la víctima se alinee con su visión del mundo, buscando eliminar cualquier pensamiento o sentimiento independiente que desafíe su posición dominante. En el contexto del perspecticidio, esto se traduce en la eliminación gradual de la perspectiva de la víctima, quien llega a perder de vista su autonomía y personalidad.


2. Inseguridad y dependencia emocional


A menudo, el perspecticidio no solo es un producto del narcisismo, sino también de profundas inseguridades y una baja autoestima en quien lo ejerce. Estas personas suelen temer la independencia de su pareja, ya que ello podría significar que no cumplen con las expectativas o que su relación está en riesgo. La dependencia emocional que tienen hacia la pareja genera un deseo de control excesivo, pues el agresor teme ser abandonado o rechazado.


Un ejemplo clásico es el de parejas en las que uno de los miembros constantemente manipula a su compañero para que evite amistades o actividades fuera de la relación, empleando argumentos como “si realmente me quisieras, pasarías más tiempo conmigo”. Este tipo de manipulación busca asegurar la dependencia de la víctima para satisfacer las necesidades emocionales y controlar la posibilidad de separación.


3. Necesidad de poder y dominación


El perspecticidio también es frecuente en individuos con una necesidad patológica de poder y dominación. Desde esta perspectiva, el abuso psicológico se convierte en un medio para afirmar la superioridad del agresor, quien impone sus opiniones y percepciones para demostrar que su visión es la única correcta. Esta necesidad de poder puede provenir de experiencias previas de impotencia o traumas que, sin resolver, se manifiestan en la necesidad de dominar a otros.


Psicólogos como Patricia Evans (1992) han señalado que los abusadores que ejercen control psicológico suelen tener una visión del mundo en la que necesitan ser los “dueños” de su pareja. Para lograrlo, despojan a la víctima de sus propias perspectivas, asegurándose de que no pueda cuestionar su autoridad ni su posición de poder dentro de la relación.


4. Ausencia de empatía


Otra característica recurrente en los ejecutores del perspecticidio es la falta de empatía. Estos individuos son incapaces de reconocer o validar las emociones y experiencias de su pareja, lo que les permite distorsionar la realidad de la víctima sin experimentar culpa o remordimiento. La incapacidad para conectar emocionalmente con la otra persona facilita el proceso de manipulación, ya que no sienten el impacto emocional de sus acciones sobre el bienestar de la víctima.


Autores como Craig Malkin (2015) han explorado este aspecto en el contexto del narcisismo, señalando que la falta de empatía permite que los manipuladores se concentren exclusivamente en sus propias necesidades y deseos, sin considerar el sufrimiento que causan a otros. En el perspecticidio, esta carencia de empatía se traduce en la habilidad de minimizar o ridiculizar los pensamientos de la víctima para lograr su sumisión.


5. Rasgos de personalidad antisocial


Algunos individuos que ejercen el perspecticidio pueden mostrar rasgos antisociales, como la manipulación, la explotación y una falta de remordimiento. Estos individuos no solo ignoran los límites de su pareja, sino que activamente los traspasan para obtener lo que desean, viendo a la otra persona como un objeto a controlar y no como un ser con deseos y emociones propias. En casos extremos, el perspecticidio puede ser parte de un patrón más amplio de abuso psicológico, donde el agresor utiliza la manipulación emocional para satisfacer sus propias necesidades sin límites éticos o morales.


Ejemplo práctico del perfil del ejecutor


Pablo, un hombre de 35 años, muestra varias de las características mencionadas. En su relación, él constantemente le dice a su pareja, Ana, que no tiene derecho a opinar sobre sus amistades o decisiones financieras, ya que él "sabe mejor lo que es correcto". Cada vez que Ana intenta expresarse, Pablo la descalifica, diciendo que “ella no entiende el mundo” o que "todo lo que hace es un error". A medida que pasa el tiempo, Ana se ve incapaz de tomar decisiones sin la aprobación de Pablo, quien además la ha distanciado de su familia y amigos, dejándola aislada y emocionalmente dependiente de él.


Este ejemplo ilustra cómo la combinación de narcisismo, falta de empatía y una necesidad de poder han llevado a Pablo a ejercer el perspecticidio sobre Ana, generando en ella una pérdida de autonomía y confianza.


Recomendaciones para manejar el perspecticidio


1. Conciencia sobre el abuso psicológico:


Reconocer las señales del perspecticidio y entender el perfil psicológico del abusador permite a las víctimas identificar patrones de control y manipulación, ayudándoles a tomar decisiones informadas.


2. Desarrollo de redes de apoyo externas:


Las personas que sufren perspecticidio deben buscar apoyo fuera de la relación, ya sea de amigos, familiares o grupos de apoyo, para validar sus percepciones y restaurar su autoconfianza.


3. Fortalecimiento de la autoestima:


Trabajar en la reconstrucción de la autoestima y la autonomía personal es fundamental para quienes han sido víctimas de perspecticidio. La terapia cognitivo-conductual, en particular, puede ser efectiva en este proceso, ayudando a la persona a identificar pensamientos distorsionados y a reconstruir su identidad.


4. Establecimiento de límites claros:


Las personas que han experimentado perspecticidio deben aprender a establecer límites claros en sus relaciones, priorizando su bienestar emocional y protegiéndose de conductas manipuladoras.


5. Buscar ayuda profesional:


La intervención psicológica es clave para la recuperación, ya que proporciona herramientas para reconstruir la autoconfianza y desarrollar habilidades de autonomía.


6. Práctica de la autocompasión:


Fomentar el autocuidado y la autocompasión permite a las víctimas sanar emocionalmente y reconocer su valor como individuos.



Bibliografía


Bancroft, L. (2002). Why Does He Do That? Inside the Minds of Angry and Controlling Men. Penguin Books.


Evans, P. (1992). The Verbally Abusive Relationship. Adams Media.


Malkin, C. (2015). Rethinking Narcissism: The Bad – and Surprising Good – About Feeling Special. HarperWave.


Stark, E. (2007). Coercive Control: How Men Entrap Women in Personal Life. Oxford University Press.


Díez, M. J. (2019). Violencia de género y abuso psicológico: una visión clínica. Editorial Síntesis.

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