"Ecos del Silencio: Entendiendo y Abordando los Cortes y Autolesiones en Niños y Adolescentes"
- Pedro Valencia Iribarren

- 18 ago 2024
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 2 nov
Introducción
En la actualidad, el fenómeno de los cortes y autolesiones en niños y adolescentes se ha convertido en una preocupación creciente para padres, educadores y profesionales de la salud mental. Estas conductas, a menudo visibles en forma de cicatrices o marcas en la piel, representan un desafío significativo que va más allá de los síntomas físicos y profundiza en el terreno del dolor emocional y psicológico. En este ensayo, se explora el contexto psicológico detrás de las autolesiones, sus posibles causas, y se ofrecen orientaciones y consejos prácticos para los padres, con el objetivo de proporcionar herramientas efectivas para la prevención y el manejo de este comportamiento.
Entendiendo las Autolesiones
Las autolesiones, a menudo denominadas “auto-mutilación” o “autolesión”, se refieren a la práctica de infligirse daño a uno mismo de manera deliberada, sin intención suicida. Este comportamiento puede manifestarse de diversas formas, como cortes, quemaduras o golpes, y frecuentemente ocurre en áreas del cuerpo que pueden ser fácilmente cubiertas con ropa. A pesar de su apariencia física, el trasfondo emocional y psicológico de las autolesiones es complejo y multifacético.

Según García et al. (2015), las autolesiones pueden surgir como un intento de manejar el dolor emocional, un método de autodesprecio, o un medio para expresar angustia interna que no puede ser comunicada de manera verbal. Ortiz y Gómez (2017) enfatizan que estas conductas son a menudo una respuesta a sentimientos de desesperanza, aislamiento y dificultades en la regulación emocional.
Factores Causales y Contextuales
1. Factores Emocionales y Psicológicos:
- Regulación Emocional: Los adolescentes que se autolesionan a menudo experimentan una dificultad significativa para regular sus emociones. Las autolesiones pueden servir como una forma de controlar o reducir la intensidad de emociones dolorosas. La sensación de liberación que algunos experimentan tras autolesionarse puede ser temporalmente reconfortante, aunque a largo plazo puede agravar el malestar (Pérez y Martínez, 2016).
- Trastornos Psicológicos: Trastornos como la depresión, el trastorno límite de la personalidad y la ansiedad están frecuentemente asociados con las autolesiones. Estos trastornos pueden predisponer a los adolescentes a buscar formas extremas de afrontar su malestar emocional (Vargas et al., 2019).
2. Factores Sociales y Ambientales:
- Presión Social y Bullying: El acoso escolar y la presión de grupo pueden jugar un papel crucial en la aparición de autolesiones. Ruiz (2018) señala que los adolescentes que enfrentan estas experiencias pueden recurrir a las autolesiones como una forma de lidiar con la angustia social o como un medio de expresar un sufrimiento que no pueden verbalizar.
- Dinámicas Familiares: La falta de comunicación abierta y de apoyo emocional en el entorno familiar puede contribuir al desarrollo de conductas autolesivas. Los adolescentes pueden sentirse atrapados en un entorno donde sus emociones no son comprendidas o validadas (Ruiz, 2020).
Consejos y Orientaciones para los Padres
1. Fomentar una Comunicación Abierta y Empática:
La comunicación abierta y sin juicio es crucial para ayudar a los adolescentes a expresar sus sentimientos. Los padres deben crear un ambiente donde los hijos se sientan seguros para hablar sobre sus emociones y experiencias. La escucha activa, sin interrupciones ni reacciones negativas, puede ser fundamental para construir una relación de confianza (García, 2018).
2. Buscar Ayuda Profesional:
La intervención profesional es esencial para abordar las autolesiones de manera efectiva. Psicólogos, psiquiatras y terapeutas especializados pueden ayudar a diagnosticar y tratar problemas subyacentes, proporcionando terapias individuales o familiares que aborden las causas y consecuencias de las autolesiones (Ortiz y Gómez, 2017). La terapia cognitivo-conductual, por ejemplo, ha demostrado ser efectiva en la modificación de patrones de pensamiento disfuncionales y en el desarrollo de habilidades de afrontamiento más saludables (Vargas et al., 2019).
3. Desarrollar Estrategias Alternativas de Afrontamiento:
Los padres pueden colaborar con sus hijos para identificar y practicar alternativas saludables a las autolesiones. Actividades como el ejercicio físico, la meditación, el arte y la escritura pueden servir como válvulas de escape para el estrés y la angustia emocional. La promoción de estas actividades puede proporcionar a los adolescentes herramientas constructivas para manejar sus emociones (Ruiz, 2020).
4. Crear un Entorno Familiar de Apoyo:
Un entorno familiar estable y amoroso puede proporcionar una base sólida para el bienestar emocional del adolescente. Fomentar una rutina regular, participar en actividades familiares y ofrecer apoyo constante puede ayudar a mitigar la sensación de aislamiento y desesperanza que a menudo acompaña a las autolesiones (Pérez y Martínez, 2016).
5. Educación y Prevención:
La educación sobre las autolesiones y sus riesgos es vital tanto para los padres como para los adolescentes. Los padres deben estar informados sobre las señales de alerta y las estrategias preventivas. Programas educativos en escuelas y comunidades también pueden desempeñar un papel importante en la sensibilización y la prevención de las autolesiones (Ortiz y Gómez, 2017).
Conclusión
El fenómeno de los cortes y autolesiones en niños y adolescentes es un reflejo de un dolor emocional profundo y complejo. Entender las causas y factores que contribuyen a este comportamiento es esencial para desarrollar estrategias efectivas de intervención y apoyo. A través de una comunicación abierta, la búsqueda de ayuda profesional, el desarrollo de habilidades de afrontamiento y la creación de un entorno de apoyo, los padres pueden desempeñar un papel crucial en la recuperación y el bienestar emocional de sus hijos. La prevención y el manejo efectivo de las autolesiones requieren un enfoque integral que aborde tanto los síntomas como las causas subyacentes, promoviendo así un ambiente en el que los adolescentes puedan sanar y prosperar.
Referencias
- García, M., González, P., & López, A. (2015). La autolesión en adolescentes: una revisión crítica. Editorial PsicoSocial.
- Ortiz, J., & Gómez, C. (2017). Trastornos emocionales y conductuales en la adolescencia. Editorial Educa.
- Pérez, F., & Martínez, L. (2016). Autolesiones en adolescentes: diagnóstico y tratamiento. Editorial Psicología Actual.
- Ruiz, M. (2018). Factores sociales y su impacto en las conductas autolesivas. Editorial Ciencias del Comportamiento.
- Ruiz, C. (2020). Desarrollo de habilidades de afrontamiento en adolescentes. Editorial Educativa.
- Vargas, T., Sánchez, R., & Fernández, E. (2019). Intervención en autolesiones: guía para profesionales. Editorial Salud Mental.




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